
Viaje a los misterios del Huila
Nuestro viaje empezó un domingo 7 de mayo a las 4:18 de la mañana. Ya todos estábamos en el aeropuerto esperando vuelo desesperados pos salir de nuestros caparazones, salir por nuestra cuenta. En mi caso, estaba muy feliz pues era la primera vez que me deja salir sin mis papás. Cuando ya nos íbamos, habían varias lágrimas a mi alrededor y mi mamá estaba hecha un mar, lloraba mientras yo le decía que se detuviera y me despedía con un gran te quiero.
Llegamos a Neiva, una linda travesía a san Agustín donde vimos la pobreza que se encontraba en los alrededores, vimos también el esfuerzo y el sudor de los campesinos que se evidenciaba en esos cultivos de café y plátano, la gran mayoría alzados en las montañas más altas. Mientras pasábamos por la región, a mi lado estaba una de mis amigas, Sara Rosero, quien me comentó sobre el fuerte aguacero que se veía a través de las ventanas. mientras estaba dormida pensé que iba a llover más ya que estamos en un bosque húmedo pero solo llovió una vez. Después de un largo recorrido paramos en un lugar extraño con una linda vista de las montañas y la represa y pensaba que íbamos a almorzar me estaba muriendo de hambre.


Cuando llegamos al Hostal Sara me despertó, me había quedado dormida, al ver el lugar me pareció muy bonito, no pidieron subir almorzar, al dirigirme al comedor habían unas largas escaleras que me recordaron un hotel en el que había estado en el Ecuador, al llegar al restaurante la atención fue muy buena, un buen almuerzo, después nos dieron las llaves de la habitación, me llamo la atención el llavero el cual tenía una forma peculiar, como hecho a mano y pintado de colores llamativos (verde y rojo), al llegar a la habitación todo estaba muy organizado y era un lugar agradable, la habitación era de dos pisos, yo me instale en el segundo, allí me quede con Ana Sofía, Manuela y Lina, en el primero se quedaron Majo, kristel, Sara y Valentina, La tarde de este libre fue libre para descansar del viaje.
Al llegar la noche nos sentamos en círculo todos en donde nos dieron unas indicaciones para el inicio del recorrido del día siguiente, al terminar nos dirigimos al comedor, compartimos un rato después de comer y nos fuimos a dormir.
Cuando nos estábamos alistando ya casi para dormir, Manuela, señalo un reflejo en la ventana en la que se veía una cabeza que se asomaba y se escondía, nos asustamos mucho y yo me pase de un salto a la cama de Manuela, todas empezamos a gritar asustadas, después alguien tocaba la puerta, pero nunca supimos quién era, un rato después los de Bluefields llamaron a la puerta y nos llamaron la atención por el ruido que estábamos haciendo, finalmente nos fuimos a dormir.
El guía Juan Carlos nos dijo que nos bajáramos con nuestros termos, cámara lo que necesitáramos, para bajar a la represa Betaniaque produce el 5% de la energía de Colombia y es agua calmada y tranquila. la desembocadura del río Yaguará en el Magdalena, en los municipios de Campoalegre, Hobo y Yaguará. La represa dista 30 km al sur de Neiva. Fines: la generación de energía eléctrica, controlar el caudal del Río Magdalena, para el riego de tierras y para la piscicultura. Tiene una superficie de 7400 ha cuadradas y una profundidad máxima de 76 metros. Un lindo lugar en donde nos tomamos fotos y compartimos un tiempo de observación a la represa, después de 30 minutos nos subimos al bus y seguimos con nuestro recorrido al Hostal Guacayo.






Al terminar la observación nos dirigimos a comprar algunas artesanías, yo compre algunas pulseras de hilo, volvimos al hostal almorzar, y nos retiramos hacia el parque ecológico San Agustín. En este lugar nos contaron sobre las esculturas, había dos que me llamaron la atención, una que tenía la forma de la mujer embarazada con algo puesto que en la época le llamaban cubre sexo, atuendo que solo las mujeres lo usaban y aretes. La otra escultura que me llamo la atención se llamaba Sol o varón no llevaba nada puesto, tenía su sexo al aire, en la mano tenía un instrumento que usaba para tallar, lo que significaba que era un escultor, tenía una máscara de mono y a cada lado lo acompañaban los guardianes sobre ellos estaba un animal que representaba su espiritualidad y al frente las tumbas de su familia o de sus compañeros. Al terminar el recorrido nos fuimos a comprar artesanías típicas del parque.
Al regresar al hostal, tuvimos tiempo para descansar y comimos, al lado del restaurante estaba preparada una fogata, la cual inicio como a las 8 de la noche, nos sentamos todos al rededor, allí contamos historias y chistes, fue un rato muy agradable.
Al día siguiente nos levantamos a las 5:30 am, una hora antes de la hora acordad para tener más tiempo, las primeras fuimos Valentina y yo, disfrute mucho del baño de agua caliente, fue relajante y sentía que me estaba preparando para este nuevo día lleno de experiencias. Me aliste, prepare mi maleta y mi daypack con una botella de agua, linterna, cámara, impermeable, una barra de cereal, bloqueador y repelente. Al estar listas nos dirigimos al comedor desayunamos, y nos dirigimos al área de los buses en donde nos dividimos en dos grupos, uno saldría hacia el estrecho del Magdalena y el otro al Parque Ecológico San Agustín, nosotros nos fuimos al estrecho, al llegar baje mi camelback y mi cámara, al lado derecho del estrecho se encontraban unos vendedores con artesanías, nos encontramos un árbol de achote el Guía del parque nos contó que el achiote es una especia de color rojizo-amarillento que este era usado por los indios. Sus semillas son pequeñas, rojas y triangulares y de un sabor amargo. En los tiempos de los Mayas ya se utilizaban como colorantes y especia, por ejemplo para colorear el cuerpo en ritos religiosos, y estaba asociada con la lluvia. Se llegaron a utilizar incluso como moneda y como medicina para curar de la varicela. Cuando vie le estrecho me pareció muy lindo y calmado, se sentía muy tranquilo el lugar, nos dijeron que nos sentáramos solos, yo elegí sentarme cerca del agua, al encontramos en silencio, yo me dedique a mira como subía y bajaba el agua por entre las piedras, como en algunos lugares la corriente se hacía fuerte y otras era más calmado, se veían muchas burbujas, todo esto acompañado del canto de los pájaros que revoloteaban alrededor. Y como el también el tiempo se relaciona con el rio.
Cuando nos reunimos nuevamente, nos hablaron del estrecho, nos contaron que en el Magdalena se encontraban los ríos más importantes. Una maravilla de la naturaleza esculpida durante siglos, donde se enmarca en una estrecha formación rocosa que no supera los dos metros y donde la atraviesa el majestuoso río Magdalena, también llamado el río de la patria, el mismo baña y recorre praderas y cadenas montañosas a y atraviesa toda Colombia, hasta desembocar en el mar caribe. el agua se veía muy pura, clara, pero al unirse con otros ríos se oscurecía, en el estrecho se veía oscura lo que no significaba que estuviera sucia, nos contaron también que China le ha propuesto a Colombia dividir el rio en 19 represas productoras de energía para vendérselos a otros países, lo que convertiría a los campesinos de la zona casi que en unos esclavos.







Al día siguiente, nos despertamos mucho más temprano, ya salíamos de viaje hacia la Tatacoa, desayunamos y nos dirigimos hacia el bus. Después de un largo recorrido paramos en un restaurante en donde compartimos una picada típica de la región, que traía, pollo, arepa, de choclo, chorizo, rellena y jugo de carambolo. Todo estaba delicioso.
Seguimos en el recorrido y llegamos al lugar tan esperado, el desierto de La Tatacoa en donde íbamos a campar, un bosque seco, un espacio grande en dónde nos instalaríamos, una casa que nos servirá de apoyo para guarda nuestras cosa y una vista hermosa de dunas y cactus, iniciamos con la organización y disposición de las carpas, distribución de que personas irían en cada carpa, las armamos en “u” con el fin de que si se presenta una emergencia pudieran salir rápidamente, cuando este espacio estaba listo nos organizamos en tres grupos, mi grupo se llamaba Cobras- Cabras con la Guía Ana, nos enseñaron como usar la brújula, nos entregaron elementos como la pala, la cual usaríamos en el desierto cuanto quisiéramos orinar o hacer popo, cavando – hacíamos nuestra necesidad y tapábamos nuevamente, esa era la instrucción, nos entregaron también un mapa para el recorrido. Era una sensación distinta porque pues en la cuidad tú vas a el baño y acá tienes que cavar para hacer, se sentía como si fuéramos salvajes, y también que en la cuidad a uno lo llevan donde uno quiere sin ayuda y acá tenías que ubicarte y si te ibas por una parte más lejos pues te demorabas más y los otros llegaban. A pesar del calor y lo pegajosas que estábamos, no pudimos bañarnos ya que el agua en esta zona es escasa.


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Primero fuimos al punto uno avistamiento de las Dunas, la vista era impresionante, para el punto dos había dos opciones, una era por unas especie de calles y la otra por las dunas, nosotros escogimos las dunas, nos pareció más aventurero, en ese momento ya no nos sentíamos un turista más en este lugar, ya éramos unos aventureros en una zona desconocida e interesante, la tierra se veía como si fuera a romper, pasamos por muchas montañas, por momentos nos asustábamos, porque en algunos lugares la tierra se desmoronaba, en los lugares más altos, no dio miedo bajar, a algunos nos parecía difícil pero finalmente lo hacíamos, nos encontramos cabras por el camino, llegamos al punto dos que se llamaba en el plano la casa de marco, en dónde nos dieron fruta y pudimos llenar nuestros termos.
Salimos hacia la parada tres, este lugar era como una montaña hecha de árboles parecía la cresta de una montaña, durante el recorrido vimos una cabra muerta, a unos de mis compañeros les gusto verla, a mí, en cambio me impresiono mucho. Mientras los otros grupos nos llevaban la delantera, el nuestro iba lento y tranquilo ya que se nos estaba enterrando mucho las espinas que habían por el camino, en mis medias quedaban pegadas unas bolas con estas espinas, mientras subíamos esta montaña muchos de mis compañeros y yo nos resbalábamos por las rocas que habían sueltas. Cuando llegamos habían varias personas mareadas y con dolor de cabeza, en este lugar descansamos pero no recibimos nada de comer ni de tomar adicional a lo que llevábamos en nuestros termos.
Sara y yo intentamos usar la brújula para dirigirnos hacia la piscina, del punto tres a este punto de la piscina no era largo pero si cansón ya que era un camino de muchas subidas y bajadas que nos desgastaban más en la caminata, en estas montañas encontramos un cactus que se llama almohada, este tenía un fruto de color fucsia, parecido al ají, lo probamos y no me gustó mucho, el sabor era extraño y por dentro parecía una pitaya. Casi llegando a la piscina bajamos una montaña y el terreno se veía como si por allí hubiese pasado un rio, era como si hubiese dejado su huella algún rio, al caminar por esta área, la tierra parecía movediza y los pies se hundían en ella, llegamos a las piscinas, estábamos tan casados, y acalorados que estábamos desesperados por meternos en ella pero primero almorcé un sándwich y después me sumergí en la piscina con mis compañeras de grupo. Nos cambiamos y seguimos el recorrido hacia una montaña que sería el punto cinco, de allí fuimos al punto seis y final del recorrido, lugar en donde acamparíamos, durante este recorrido encontramos una puerta roja de la que nos habían hablado, en este lugar nos dieron sandia, estaba deliciosa y fresca, continuamos con la caminata y en ella encontramos diferentes piedras que según la guía eran cuarzos, recogimos algunas y las guardamos en nuestras maletas, a pesar de que nosotros llevábamos la delantera, al dar tantas vueltas, terminamos llegando de últimos al destino del nuevo camping, nos sorprendimos al llegar pues las carpas ya estaban armadas, nos dejaron bañar y salimos con nuestro grupo y linternas hacer la comida, hicimos pasta con salsa de pollo, al terminar lavamos los platos, y nos fuimos a dormir.







Al día siguiente jueves, todos estaban muy ansiosos por volver a casa, pero quería quedarme un tiempo más. Desayunamos y nos dieron una charla y una camiseta marcadas con el logo Bluefields. Muy linda de color blanca y las letras azules
Salimos en el bus y llegamos al aeropuerto de Neiva, muy contentos, nos dieron el almuerzo, una hamburguesa de Presto, salimos luego rumbo a Bogotá, en donde estuvimos poco tiempo, comimos donas y salimos rumbo a Cali, llegamos al aeropuerto, recogimos nuestro equipaje y observábamos como afuera estaban nuestros padres sonrientes esperando por nosotros, al salir nos recibieron a todos con mucha alegría, me gustó mucho regresar y verlos, dejando atrás esta maravillosa experiencia, será un recuerdo inolvidable de mi primer salida con amigas y sin padres.
FIN


